lunes, noviembre 26, 2007

personas...

“ la descarnada princesa se casó con el feo príncipe. Y vivieron felices”. No se cuentan así los cuentos, pero eso sucede en la vida real. Pocas son las bellas, o los bellos, y en todo caso su belleza es efímera. Se me ocurrió este pensamiento en el supermercado, mientras observaba algo familiar en todas las caras y figuras, un común denominador, una tranquilizante ausencia de guapura que llamara la atención. “Las personas”, pensé, “no son todas héroes y heroínas. En el mundo real son actores de carácter”Como confirmación de esto vi reflejado en el cristal de una puerta un tipo flaco de chaqueta gris pasada de moda, pantalones pardos con grandes rodillera y zapatos gastados. Andaba con paso lento y cuidadoso, y un ensayo de sonrisa en los labios que más parecía una mueca de dolor o de fatiga. “He ahí la prueba de mi teoría”, me dije para mis adentros… y entonces me reconocí.

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