lunes, noviembre 30, 2009

Era...


Como un pájaro se deslizaba con ligereza entre los contratiempos. Volaba sin cesar con miedo a posarse y utilizaba su cualidad flotante como una arma defensiva. Era suave como la seda y su delicadeza le otorgaba ciertos privilegios que nunca se atrevió a contar. No sabia racionalizar, sólo imaginaba, no sabia hablar, sólo murmuraba, no sabia caminar, solamente se escurría entre sus circunstancias evitando mirar atrás... pero esto le bastaba para su supervivencia e incluso para llenar su modesto cupo para ser feliz, tampoco necesitaba más... eso creia... sus ojos eran tan transparentes que dejaban al descubierto su más intimo pesamiento... visible para quien tuviera la sensibilidad de verlo, que afortunadamente, eran muy pocos.